lunes, 2 de noviembre de 2009

2 de Noviembre, Día de Difuntos


"Cementerio en San Juan Chamula"/ Òleo sobre tela/ 60 x 40 cm

Los humanos somos el único animal de la Creación que es consciente de que morirá. No sólo eso, sino que tenemos la capacidad de imaginar qué pasará con nosotros una vez pasado este tránsito.

Todos los pueblos, desde épocas inmemoriales, han rendido algún tipo de culto a la muerte. Es una manera de "explicar" este misterio, que casi siempre nos ocasiona miedo. Las "explicaciones" van desde las religiones paganas hasta las monoteístas, y más allá, hasta la filosofía y la ciencia. México es un ejemplo de sincretismos y combinaciones muy especiales, y de esto quiero hablar en este día.


Veo que ahora ha vuelto el Peregrino...

¿Recuerdan que lo habíamos dejado comprando cazuelas de barro en el mercado, hace tiempo?
"Las vueltas que da la Vida", se titulaba mi post anterior. Y efectivamente, así es. Nuestro camino nos lleva a recorrer unos y otros lugares, plazas, bosques, desiertos, nuevas calles... Y también nuestros estados anímicos van sufriendo transformaciones: de la tristeza y soledad de Alfonsina a la felicidad plena y fugaz de la mujer cósmica con su rosa de resurrección en el pecho; de la alegría de ver nacer a nuestros bebés a la zozobra de tenerlos enfermitos alguna vez, a la satisfacción de verlos cursar estudios superiores; del regocijo de sentirnos parte de una fiesta, bailando y cantando, a la melancolía de ver partir de esta vida a nuestros seres más queridos...

Pues bien, no lo sabía en aquél momento, pero ahora veo claramente que la fiesta que el Peregrino estaba preparando era nada más y nada menos que la Celebración del Día de Muertos, la festividad más grande e importante para el pueblo mexicano. Compró su cazuela porque en casa iban a preparar mole, el platillo más representativo y más exquisito de nuestro país. Comida ritual por excelencia, combinación de las tradiciones prehispánicas y españolas (por ejemplo, la aportación de la carne de pollo y el arroz infaltable con el que se acompaña), este guiso lleva casi 30 ingredientes, incluyendo chiles diversos y chocolate.

Este cuadro que he colgado hoy lo realicé en San Juan Chamula, en el Estado de Chiapas, una vez que tuve la fortuna de pasar ahí esta festividad. Era algo magnífico verlos a ellos, todos vestidos del mismo color, con sus tradicionales trajes de reminiscencias mayas, distribuidos en su camposanto, colocando sus flores de cempaxúchitl en sus humildes tumbas, que para mi son literalmente como fragmentos de sol por su color. ¡Todo un juego de colores contrastantes en clave azul-naranja! Ellos no tienen los medios para construir lápidas costosas de mármol; solamente colocan una cruz de madera, y cada quien sabe cuál es la tumba de su deudo. En el panteón, ese día, resonaban las notas de la banda de música y las risas de chicos y grandes, acompañando a sus difuntitos.

En las casas, cada familia coloca su Ofrenda de Muertos, para esperar a los espíritus de sus antepasados, que se cree llegan en esta ocasión a visitarlos. En la Ofrenda hay sobre todo flores, velas, papel picado de todos colores, calaveritas de dulce, platos con mole, tazas de espumoso chocolate y la infaltable copa de tequila o mezcal. ¡Ah! También es imprescindible el sahomerio, que es un inciensario donde se quema resina de copal. Todo esto se supone que fue lo que los finados más disfrutaban en vida, así que se les invita a compartir la mesa con nosotros, los vivos, solamente en este día. Por supuesto, tampoco faltan ni la música ni la alegría, pues hay un sentimiento compartido de que por ese rato, ellos están con nosotros disfrutando.
Se dice que ellos, al ser solamente espíritus, pueden aprehender todo lo que tenga un carácter "sutil": los colores, los aromas de las flores y las comidas, lo picante de los guisos, el humo del copal (y a veces, de algún cigarro que se coloca también en la Ofrenda, para quienes gustaron de fumar en su vida), el calor de las tortillas o el café, y las notas etéreas de la música que más les agradó mientras vivieron.

En otra ocasión subiré algún cuadro que retrate una Ofrenda; por hoy, los dejo con esta imagen que, con variantes diversas, es la que se está viviendo hoy en todos los confines de México.

"Las vueltas que da la Vida"... y entre vuelta y vuelta, un día esta vida terminará para todos. Pero queda el consuelo de pensar que alguien nos guardará en su memoria, trayéndonos esporádicamente de vuelta a la vida de alguna manera con sus recuerdos.

18 comentarios:

silvia zappia dijo...

Bella e interesante,muy interesante tu entrada,Liz!
Me revelaste una ceremonia ancestral de tu pueblo, que yo no conocía muy bien.
Y la pintura, del color de un solazo reventando en azul, es hermosa y sobrecogedora.

Mil besos,amiga!

LIRIO dijo...

Rayuelita:

"...¿del color de un solazo reventando en azul"??

Pero qué frase más preciosa!
Me quedaré con ella, si me lo permites... como complemento de este cuadro.

De verdad, amiga, que aqui en México las tradiciones son algo bellísimo, producto del sincretismo religioso y el enorme índice de mestizaje. Y sin interesantísimas las raíces indígenas.

Muchos besos para ti!

Alejo Urdaneta dijo...

Nuestra Lirio ha regresado en su búsqueda de facetas de la celebración por difuntos. Esta vez es el pueblo el que rinde el homenaje a sus muertos, con sus hábitos y creencias.
Ya no es tiempo de "Cristeros", que perseguían toda expresión religiosa, y por fortuna existe libertad para rendir culto al misterio.
Muy distinto lo que nos ofre Lirio de aquello otro que se ha vivido en nuestros países. Solemnidad severa para invocar el Memento moris,prolongado éxtasis en los templos, cantos funerarios en voces secas, para que no se distraiga la conciencia hacia las cosas del mundo.
el hombre del campo y el aborigen tienen en la naturaleza el propio templo, y así celebran la memoria de sus muertos, con las mismas costumbres que tuvieron en vida.
Un valioso aporte a la realidad espiritual del mexicano y de todo hispanoamericano el que nos brinda Lirio, la bella.
un beso, alejo.

Anónimo dijo...

Alejo:

Tus aportes siempre tienen mucho fondo, es admirable.
Te agradezco este extenso comentario, que contiene tantas vertientes posibles como un prisma de colores.

Efectivamente, el tiempo de los Cristeros dejó una relativa depresión de estas tradiciones. Pero todo era sólo aparente, pues a un pueblo entero con tales arraigos culturales milenarios no se le pueden arrancar sus usos y costumbres tan fácilmente. Afortunadamente, hoy hay todo un resurgimiento dre estas raíces tan bonitas, y es emocionante ver cómo esa festividad es lo que nos une a todos en este país, con el corazón y fuera de políticas o mercados. Es como un "sabor a tierra", un amor genuino a nuestro suelo. Al presente, al pasado y... también al futiro, pues a todos los que lo seguimos nos queda una esperanza de que nos recuerden después, cuando hayamos partido de esta vida.

Un beso muy cálido, desde Tepoztlán hasta Caracas.

LIZ (Lirio)

Unknown dijo...

FELICIDADES LIZ, PLASMASTE DE MARAVILLA LO QUE ES LA TRADICIÓN EN MÉXICO, LA MAGIA, EL MISTERIO, LA TRISTEZA, PERO TAMBIÉN EL COLOR, ESA MEZCLA EXTRAÑA ME GUSTA, ADEMAS ESA MANERA DE IR MOSTRANDO TU OBRA A TRAVÉS DEL PERSONAJE DEL PEREGRINO, SIMPLEMENTE ES GENIAL!! YA ESTOY INTRIGADA EN SABER QUE SIGUE...???

Elizabeth dijo...

Lirio:

Las altas cruces, llaves enmohecidas, giradas desde arriba, abren a la chirreante cerradura del tiempo, nuevos ojos. Los sueños encuentran su revés, entrelazando otoños. La luna prende a la noche por trozos. Espectros co-funden su soplo, en un manojo de rostros...

Siempre coinciden en el puerto los viajeros.

Mónica López Bordón dijo...

Hola Liz,

Como siempre, tus pinturas eclipsan. Hablan por sí solas.

Un beso muy grande y con toda mi admiración

Mónica

LIRIO dijo...

Querida Gloria:

¡Qué gustazo verte por aquí!
Eres la única mexicana de la tertulia, me parece, junto conmigo.
Así que me alegra mucho saber que te has acercado a estos umbrales.

¿Y ya te fuiste hasta el principio del blog, para ver quién es el Peregrino? Me admiras, amiga.

Te agradezco de corazón los comentarios que has vertido, tan acertados. Y soy feliz de saber que te gusta mi expresión, paisana.

Espero seguirnos viendo por esta "ventana".
Un beso, paisana!

LIRIO dijo...

Ay, Poiésis...

De verdad, escribes tan bonito, que me dajas pasmada cada vez que tengo el gozo de leer tus huellas escritas. ¡Qué capacidad tienes para enlazar niveles y tiempos, para entretejer realidades!

...y todo, solamente a partir de mis humildes lienzos.

Es un verdadero privilegio tu presencia en este umbral.

Gracias mil

LIRIO dijo...

Muchas gracias, Mónica, poetisa y declamadora de altura, por tu visita.
No dejes de volver, que ya el Peregrino tiene nuevos destinos en su mente.

Un beso hasta Madrid

MORU*S dijo...

Delirante es tu blog querida liz, llena de magia y ensoñación,
muy propia del Pueblo Mexicano,
d etu bella alma soñadora..
gracias por invitarme a visitarlo
no puedo decirte cual encanto más,
por que todas son hermosas...admiro tu habilidad para expresar el sentir y al imaginación, eres una gran artista mi abrazo
MORUS
te dejo mi admiración y

MORU*S dijo...

Delirante es tu blog querida liz, llena de magia y ensoñación,
muy propia del Pueblo Mexicano,
d etu bella alma soñadora..
gracias por invitarme a visitarlo
no puedo decirte cual encanto más,
por que todas son hermosas...admiro tu habilidad para expresar el sentir y al imaginación, eres una gran artista mi abrazo
MORUS
te dejo mi admiración y

Anónimo dijo...

Oh, Moru*s

Mil gracias por visitarme, y también por las bellas palabras que me has dejado.
Aqui me tienes, siempre que quieras volver, para filosofar acerca del arte y de la vida, con l@s demás comapñer@s de tertulia.

Un beso hasta mi querida Puebla de los Ángeles.

Liz-Lirio

(Disculpa, a veces no encuentro mi avatar en esta blogósfera; de modo que he de firmar como "Anónimo"... pero sigo siendo yo.)

Magda dijo...

Mientras vivamos en la memoria de alguien no estaremos completamente muertos. Me ha gustado cómo describes el día de los muertos en ese lugar, realmente también pintas con las palabras. Y un detalle, para qué costosas lápidas de marmol cuando se puede tener un pedacito de sol por tumba.

Te seguiré, te lo aseguro.

Anónimo dijo...

Magda:

Cuánta razón llevas en todo lo que dices.
Me alegra mucho saber que te ha interesado mi trabajo, tanto en las imágenes como en las letras.
Bienvenida a este Umbral, y ojalá sigamos compartiendo pareceres por aqui. A mi también me ha gustado mucho leerte. Dices mucho en pocas palabras.

Un saludo desde el Estado de Morelos

Anónimo dijo...

Hola Liz, soy Carlos y desde mi atril de sueños te envío unas gotitas de esa lluvia de amor con que tú nos bañas. Gracias por poblar nuestras almas con la tuya, amiga del universo. Mis mejores deseos para tí y los tuyos, jardínera de Olimpos. TQM.

LIRIO dijo...

Mucho gusto, Carlos.

Escribes bellísimo, de modo que estoy feliz de ver que has llegado a este rinconcito de la blogósfera, dejando tus huellas.

Muchas gracias

cristal00k dijo...

Uy! se me amontonan las entradas... pero no se puede dejar de venir a verte. Yo estoy con Rayu (para variar jeje) no me extraña que te quedes con su frase... se ajusta a la perfección a tu magnífica pintura Liz.
Un beso pedazo de artista!!