domingo, 4 de octubre de 2009

Francisco, el Poverello

"El Hermano Silencio"/ Pastel sobre papel Cansson/ 60 x 80 cms

Hoy se celebra en el calendario litúrgico el día de San Francisco de Asis.
No es que sea una fanática del santoral, pero a este ser lo he admirado siempre, y desde niña sentí gran atracción por su figura. Cuando mis abuelas me contaban que hablaba con los animales, y que llamaba "hermanos" al sol, a la luna, al agua y las estrellas, pensé que era un personaje salido de algún cuento.

Con el tiempo, me enteré de que no era de un cuento, sino que había vivido realmente, en la Edad Media. He ido leyendo más y más sobre su vida y obra y, lejos de desencantarme o decepcionarme de lo que pensaba en mi mente infantil, lo he llegado a conocer mejor y está entre mis modelos a seguir.

Sé que es casi imposible llegar a ser como él, tener ese grado de humildad y sencillez, de sentido de servicio a los demás, amor por la naturaleza, los animales y sus semejantes, capacidad de entrega y sacrificio y demás cualidades que él tuvo.

Sé que hay mucho que decir sobre él y sus búsquedas, sus trabajos y afanes, sus convicciones y su fé. Tal vez lo haga en un futuro, citando especialmente a G. K. Chesterton, el autor que más me cautivó de cuantos he leído refiriéndose a nuestro poverello, que también gustaba de ser llamado fraticello, pero lo haré en otra ocasión. Seguramente me extenderé más sobre su aspecto de "trovador".

Por hoy, básteme con mostrarles dos de los cuadros que le he pintado, como un pequeño homenaje a un hombre extraordinario a quien le tengo un cariño muy especial.




"Hermano Fuego"/ Óleo sobre tela/ 30 x 40 cm

Pienso que toda la humanidad queda enaltecida, a pesar de nuestros innúmeros defectos, por el simple hecho de que de entre nuestras filas haya surgido un ser como él: eso demuestra que es posible ser mejores.


10 comentarios:

Malvada Bruja del Norte dijo...

Lizzzzz
LO CONSEGUISTE!!!!

Y seguro que con ayuda de S. Francisco de Asís. Estoy convencida. Los retratos son sublimes, a partir de ahora me imaginaré a S. Francisco de Asís con esa cara, esa mirada (dijiste que era un amigo tuya, ¿verdad?).

Yo tampoco soy mucho de sant@s, pero hay personas que transcienden todos los límites, simple y llanamente porque nos dan una lección. (Y además en este caso me cae mucho mejor cuando sé que la iglesia quiso en su día acusarlo de herejía, simple y llanamente porque estaba en contra de que esta institución atesorara riquezas).

Un abrazo mi niña, la paciencia, el tesón y tu arte obraron el milagro.

Malvada Bruja del Norte dijo...

...Y curiosamente he sido la primera en comentarte...Ya sabes, las casualidades no existen.

Alejo Urdaneta dijo...

De los dos títulos que das a la figura del Santo de Asis, prefiero la segunda: Hermano fuego, porque no creo que para qu ser santo hay que caer en la extrema paciencia ante la injusticia. Ya olvidé el nombre del poeta que exaltó como pacífico y ermitaño. Lo imagino luchador. Aquí en Venezuela decimos que las lluvias que caen el 4 de octubre desde siemnpre (lo recuerdo desde mi infancia), se deben a la ira del Santo que se despoja del cilicio y golpea las nubes en clamor de paz y amor. Eso decían - y dicen - mis abuelos.
Las dos obras tienn el trazo firme, sobre todo en el rostro, que denota fuerza de carácter. El color de tierra predomina, para destacar la fuerza telúrica del Hermano Francisco, amigo del lobo. ¿Crees que un santo humilde hubiera podido sentarse a tratar con los lobos?
Hoy vine con el ánimo levantisco, y por eso me gusta tu obra del Santo que sonreía sin abandonarse.-
Un beso, alejo.

LIRIO dijo...

Malvada Bruja...
(Me encantaría saber tu nombre real, pues es un poco laaaargo tu nick, jeje)

Querida amiga, no me extraña que fueras la primera en comentarme. Has de saber esto: Te lo dediqué a TI, por habérmelo solicitado. Pero la Dedicatoria la puse entre corchetes y esta máquina --que anoche estaba hostil-- no me dejaba publicar la Entrada, porque ponía que había algún priblema con esa frase entrecorchetada. Por eso la tuve que eliminar, y ya así pasó.
Pero quiero que lo sepas, que te lo dediqué a ti con todo cariño. Es magnífico descubrir aficiones comunes, o mejor dicho, amores comunes. San Francisco está más allá, como tú señalas. Ya mostraré algún día otro cuadro que hice pensando en él: es un trigal con todas las espigas difusas, "normales", y sólo UNA ESPIGA que sobresale del resto: eso es para mi el Fraticello.

Y sí, estuvo muy extraño anoche: yo empeñada en que saliese el mero 4 de octubre, y esta Lady Vaio (así se llama mi PC) no me respindía, y me mandaba a pasillos extraños y me colocaba dificultades incomprensibles. Al cabo de mucho rato volví a empezar de cero, con la Hermana Paciencia por delante, a pesar del cansancio, y pensando en que me iba mucho en ello, y cuando lo logré, ¡era el último minuto del día 4! Como tú dices, lo logré.

Es verdad que criticó duramente la pompa y los excesos de la institución, pero su humildad fue tan grande, que no quiso salirse del ámbito eclesiástico. pero sí introdujo reformas importantes (aunque poco caso le han hecho, la verdad).Es increíble la miopía que mostró tener la Iglesia en esa ocasión, pero menos mal que rectificaron a tiempo... ¡y todo por un sueño que tuvo el Papa de aquél entonces! (¿Era Inocencio II?) Siempre acabamos hablando de sueños, ¡qué maravilla!

Un gran abrazo para ti, amiga distante pero cercana.

silvia zappia dijo...

Tus pinturas son sublimes, Liz.Retratos especiales de un ser especial.


Mil besos!

LIRIO dijo...

Querido Alejo:

Yo también lo imagino como un luchador, por supuesto. Pero, fuera de los breves tiempos en que peleaba como caballero armado en las guerras entre Perugia y Asissi, sus luchas fueron más bien de otro orden: suaves en apariencia, pero sólidas en su constancia y perseverancia. Fue un luchador de la no-violencia, y su arma era siempre el AMOR, en muchas diferentes formas: dulzura, candor, certeza inamovible en su fé, caridad, tesón.
Chesterton dice de él que durante sus graves enfermedades tenía sueños, en los que se veía luchando con la armadura puesta y sobre una cabalgadura contra otro soldado. Creyó que se trataba de sus enemigos de la provincia vecina. Pero en una de sus recaídas, tuvo otra visión que fue como la culminación de sus sueños: "Estaba cabalgando en un lugar apartado, cuando vio a la figura acercándose...Él entonces se detuvo, al ver que el enemigo era su Miedo, bajo la forma de un leproso. Y en ese instante supo que se estaban poniendo a prueba su valor y su coraje. No era un reto mundano, sino como un reto que le ponía alguien conocedor del corazón del hombre."
"...pareciera que estuviera ciego a muchas cosas que la mayoría vemos, para así poder ver otras cosas mejores, más profundas y más hermosas... aquéllas barreras sociales que limitan lo tolerable de lo intolerable... amaba a todos por igual, pero parecía reparar especialmente en aquéllos que eran rechazados por los demás."

Es un disfrute espléndido leer tus crónicas. Agradezco tu alusión a los tonos tierra.

Un beso muy especial.

Elizabeth dijo...

Hermana Luz:

Veo rasgos semejantes a los de la figura del Maestro, que acompaña la letra de "The Fool on the Hill".
Hay reminiscencias también del retrato de George Harrison, en "ALL THINGS MUST PASS". Y es que la grandeza atraviesa el genoma, puerto en constante movimiento, desnudando la casualidad, curvando las entrañas de tu prodigiosa paleta.

Y Francisco, construyó un nido de piel para todas las especies y le llamo espejo, tuvo que morir muchas veces para dar cuerpo al silencio, el océano en él halló brazos, tan profundos como abiertos. En sus manos el milagro tomaba forma de esfuerzo. Trovador con voz de fuego, amigo de corazon tierno, una fe mayor al rezo, por siempre sigue viviendo. Hay hombres cuyas bondades fraguan nuevos universos.

En ambas pinturas veo la inmediatez de esa intersección de hálitos, que eterniza los soplos de barro, dotando de pliegues al vacío y de nueva carne al espíritu.

Besos.

LIRIO dijo...

Hola, Silvia.

Realmente no sabía como etiquetar este par de cuadros... Son retratos, en el sentido de que me basé en un modelo (que también se llama Francisco, por cierto) al que retraté fielmente. Por otro lado, son una idea imaginaria del aspecto y la expresión que debe haber tenido Francesco Bernardone, el personaje histórico.

Perono importa la etiqueta, sino el personaje en sí. Sin duda que fue alguien muy especial, y en eso estamos todos de acuerdo, sin importar la época, la religión o el nivel socioeconómico.

Un abrazo fraterno.

LIRIO dijo...

Luminosa Poiésis:

Eres realmente observadora, y te agradezco tener presentes esos otros cuadros míos que mencionas.

Efectivamente, se parecen todos ellos. Y creo saber por qué: tanto el Cristo como su "hermano menor", Francisco, y George Harrison participan de un arquetipo que tiene mucho de ideal, entretejido con rasgos reales e individuales. Este arquetipo habita en mi mente, desde siempre, y lo encuentro en los cuadros del Greco y de Durero, por ejemplo, así como en otros casos: una figura delgada y con carácter místico, que tiene una cierta cualidad capaz de recordarme a un ideal interior.

Todo esto lo sé, lo presiento, lo intuyo e intento expresarlo con mis trazos, pero yo jamás podría decirlo con palabras tan excelsas como las tuyas.

Te lo agradezco, amiga, una vez más.

Que siempre estés llena de bendiciones, y que tu don letrístico siga floreciendo sin prisa, pero sin pausa.

Malvada Bruja del Norte dijo...

Puedes abreviar mi nick como MBN, porque en este mundo virtual ese es mi nombre, pero como quieres saberlo, te diré que mi nombre real tiene luz propia cuando está en el cielo, y colores rojizos, castaños y naranjas cuando está bajo el mar, y el último cuadro que nos has dejado "Alfonsina y el mar", presento un color rojizo...¿lo tienes?