viernes, 28 de agosto de 2009

JOYAS DE FAMILIA

"Nostalgia"/ Óleo sobre Tela/ 120 x 80 cms


Al observar algunos de mis cuadros, me sucede a veces que evoco temas o cuestiones que vienen de algo muy profundo, de vivencias recónditas perdidas en el tiempo o de las regiones inconscientes de mi ser.

Así me sucedió con esta obra. Se titula "Nostalgia" porque es como un viaje en el tiempo, a un tiempo pasado seguramente. Todos los objetos retratados pertenecían a mis antepasadas, algunas de ellas alemanas. Quise rendirles un homenaje y a la vez "abrirme una ventana" hacia esas raíces, esos recuerdos infantiles de la casa de la abuela en Puebla, cuyas puertas daban a un corredor lleno de luz y macetones de helechos y geraneos... Recordar esos momentos siempre me ha dado mucha felicidad.

Por otro lado, puesto que sigo sumergida en la re-lectura de mis antiguos Diarios, me he encontrado con este breve sueño que tuve unos 10 años antes de pintar esta mencionada escena:

"Que se había muerto alguien (de la familia) e íbamos a su velorio. No sabía muy bien quién, pero al final se aclaraba que Tante Lieschen*... Finalmente entrábamos al lugar en el que esperábamos ver su cadáver para velarla. Y entonces vemos que en vez de su cuerpo, hay un aderezo de diamantes, brillantes y esmeraldas , (un collar) con sus aretes a juego, tendido a lo largo de la mesa. No era muy largo, de 20 a 25 cms, pero sí muy brillante..."


Resulta sorprendente y también fascinante el darse cuenta de cuán unidos están el mundo inconsciente y el mundo pictórico de esta artista que soy; igualmente, constato que mi gusto por escribir también me viene de siempre, y que se entrelaza muy bien con los anteriores . A través de todos ellos, se trasluce una fuente común: mi afán por comprender y expresar mis experiencias vitales.


*Tante Lieschen, ("Tía Isabelita" sería la traducción) fue una anciana tía de quien heredé mi nombre, fue la única familiar de sangre 100% alemana que llegué a conocer. Y fue para mi siempre como un tesoro.

lunes, 24 de agosto de 2009

Una Puerta al Pasado

"Anhelo"/ Óleo sobre tela de Liz Hentschel/ 120 x 80 cm.

"La vida está llena de espirales y arabescos", me dijo hace poco un entrañable amigo. Y efectivamente, asi es.

Esta Entrada va a seguir un curso distinto a las anteriores. Hemos de dejar, de momento, a nuestro Caminante entretenido en sus compras y quehaceres del mercado, porque surgió otro asunto que quiero compartir con ustedes, queridos amigos.
Este blog UMBRALES es un mosaico de pensamientos y de sentimientos, expresados entre trazos y letras. Y en esta ocasión, la dinámica que me ha traído a este ligero viraje estuvo motivada por un post reciente de nuestro querido Antonio Castellón, quien en su Cuaderno Nocturno, como recordarán algun@s de ustedes, publicó esta ilustración de Rob Gonzalves:


Fue algo insólito para mi:

En el momento que vi esta ilustración, reconocí sin el menor género de duda que yo había estado en ese mismo lugar, en sueños, hace muchos años.Y, además, que estaba segura de tener en alguna parte un cuadreno en donde había volcado dicho sueño, incluso con una somera ilustración hecha con bolígrafo, de manera rudimentaria. Así se lo escribí en los Comentarios al bueno de Antonio. Y él me respondió que sería muy bueno que yo buscase ese viejo Diario y lo subiese aqui, a mi blog, para demostrar la existencia del inconsciente colectivo, como lo denomina Jung...
De modo que me puse a hacerlo, ¡y lo encontré!
Reproduzco aqui este viejo documento, en donde puede apreciarse
el paso del tiempo por lo maltratado de las hojas.
Me parece fabulosa la coincidencia, y por eso me he permitido subir hoy un ejemplo de esta faceta de mi quehacer. Durante muchas épocas de mi vida he tenido la costumbre de llevar Diarios en donde registro muchas cosas, y entre ellas, sueños. Es fascinante releerlos, años después, y encontrar muchas claves. Son como un filón lleno de tesoros, conscientes e inconscientes, que me ayudan a confirmar mi ruta, a constatar mi trayectoria, a recordar quién soy. Y, más allá de eso, a demostrar que el inconsciente colectivo realmente existe: este lugar que tan primorosamente pintó Gonzalves, yo lo visité en sueños en el año 1987.

Y aqui les va el sueño, completo:
"Me bajaba de un coche, y me sentía feliz de ir sola y libre... Esta ciudad por la que voy paseando la siento muy como Londres, hasta creo percibir la cercanía de un río con balaustrada en el puente que lo atraviesa un poco delante de mi. Hacia allá me dirijo, pero no alcanzo a llegar al puente, porque estoy pasando por un monumento que se encuentra a mi izquierda. Es una construcción algo chistosa, pues es una mezcla entre edificio , monumento y torre...
Dudo por un momento si entrar en él, pero veo que en ese momento se están abriendo sus enormes portones de latón... y que está por comenzar una "función". Y me digo: "es evidente que tengo que entrar", así que entro con un puñado de turistas... .
Me da la sensación de un planetario, incluso veo que tiene una como cúpula de luz en la parte superior y a través de sus enormes ventanales se ven estrellas.
En el centro de ese gran recinto rodeado de enormes ventanas de cristal, hay un viejito vestido de levita delante de un gran reloj (me recuerda a la carátula del Big Ben) y manejando un extraño aparato alargado como máquina movible con muchas piezas, que bien podría ser un telescopio o una especie de nave pequeña con proa y popa, como cohete tal vez...
El hombrecillo comienza a hablarnos sobre el mecanismo de ese extraño artefacto y su relación con el TIEMPO. Es fascinante: habla sobre la eternidad, reversión y contracción del tiempo etc... y que mediante el aparato puede modificarse a voluntad. Pero me resulta curioso que habla en un tiempo del verbo que es como una suposición, no es totalmente real. "Si esta máquina funcionara.. bueno, claro que funciona, ejem, ejem" y se reía, pues parecía que algo no estaba funcionando del todo.Y seguía diciendo: "Bueno, como les decía, este aparato podría..., ejem, claro que puede..." y lo movía y lo desplazaba... Nosotros, el público, nos reíamos por esta aparente falla y por los chistes, pero efectivamente comprendíamos muy bien sus explicaciones, tan trascendentales y tan serias... El maquinón era blanco, y lo mismo los marcos de las ventanas del salón aquél. Y el traje del viejín era con chaleco de rayas y camisa blanca."
Agradezco a mi "Hado Padrino", Antonio, haberme sugerido buscar estos cuadernos y entrar en este apasionante tema de los sueños y los recuerdos que se registran en un Diario.
Y, sólo como epílogo, anoto que él siempre me ha llamado "pintora de sueños" (lo habrán leído todos ustedes más de una vez), ¡sin sospechar siquiera que tengo estos cuadernos con mis sueños escritos y dibujados! Lo cual es otra prueba de la junguiana sincronicidad.
Me propongo compartir algunos más de mis intrigantes sueños, con todo y los dibujos, en adelante... En algunos casos, hubo ciertos de mis cuadros que me fueron inspirados durante la vida onírica.
(Espero que alcancen a ver en el extremo inferior derecho el leve boceto de el recinto semi-redondo con los grandes ventanales al fondo, y la figurita en el centro manejando el "telescopio", al que yo denominé Máquina del Tiempo cuando relaté este sueño.)
¡Ah! Y por supuesto que volveremos al Peregrino... (que al fin y al cabo soy yo, somos cada uno de nosotros).

jueves, 20 de agosto de 2009

PREMIO AUSTRAL por la Promoción Cultural

Quiero agradecer a mi buena amiga Rayuela, del blog En- Zigurath, el haberme galaronado con este Premio tan bonito. El enlace de su Blog es:
http://en_zigurat.blogspot.com.

Una de las condiciones al aceptar este premio, es compartirlo con otr@s compañer@s cuya labor en pro de la cultura yo considero valiosa. Por lo tanto, con mucho cariño, lo quiero hacer extensivo a estos 10 seguidores míos:

Cuaderno Nocturno

Bajo las Estrellas

Caminante Descalza

La Mirada de Cristal

Rememorando

Magaoliveira

Vivir para Contarla

Surrealismo y Arte Conceptual

Común

Luis Mena.

A todos ustedes, doy las gracias por su trabajo y su fidelidad. Mucho ánimo, y adelante con esta búsqueda de la honestidad y la calidad, para entre tod@s llevar más lejos los aportes culturales y artísticos en particular.

Besos

lunes, 10 de agosto de 2009

Vendedores de Loza

"Jicareros"/ Pastel sobre Papel de Amate de Liz Hentschel/ 80 x 64 cm

Tras detenerse un rato en el área de comestibles de su querido mercado, nuestro amigo siguió camino más al fondo, en donde se encontraban otros productos necesarios para completar su mandado. Vio con alegría que habían bajado de la sierra, por ser día de plaza, los jicareros de Cuetzallan. "¡Qué bueno!", pensó. Ahora iba a poder comprar, además de la cazuela para el mole, aquella jícara de barro que tanto deseaba, ya que ningún otro recipiente guardaba un sabor del agua más sabroso que ellas. "Mmmm... cuando bebo agua de esas jícaras, me sabe casi como a tierra mojada, y me quita la sed de manera distinta a todo lo demás. ¡Ah! Y voy a ver si puedo llevarme de una vez una olla panzona para los frijoles."

Era tan bonita aquélla cerámica, y tan sencilla, que lo hizo pensar en cuánto amaba sus tradiciones. A pesar de la comodidad de los utensilios modernos, en su casa aún preferían usar los objetos que les venían de antiguo... algo aportaban al sabor y las sensaciones culinarias de su familia y su gente.

Observando alegremente los jorongos de lana trabajados a mano y, más allá, las cestas propias de la región, se acercó al puesto más cercano para ver cuánto costaban estas vasijas (seguramente haría falta regatear un poco).


martes, 4 de agosto de 2009

El Mercado


"El Mercado"/ Pintura al pastel de Liz Hentschel sobre Papel de Amate/ 80 x 64 cm

Por fin desembocó, un par de calles más adelante, en el mercado de su pueblo. Los aromas y los sonidos que lo rodeaban lo hicieron sentirse completamente en casa.
En la entrada estaba doña Chonita, ofreciéndole una taza de atole humeante. Lo aceptó encantado, dirigiéndose luego a comprar lo que le había encargado Elia, su esposa: frijoles, chiles secos y olores para el mole, y tortillas. ¡Ah! Ahora recordó que también le había pedido algunas frutas y una cazuela de barro.

¡Cuánto colorido y movimiento! Se sintió muy feliz y con un gran apetito.

Fue comprando sus cosas tranquilamente, sin prisas. Iba pensando en la Fiesta que se avecinaba en su barrio.