domingo, 21 de junio de 2009

Viaje de Regreso



"Pintada, no Vacía..."/ Pastel sobre Papel Gamucina de Liz Hentschel/
47 x 72 cms


En un momento dado, el Peregrino llegó a la conclusión de que era hora de ir buscando lentamente la salida de este mundo de fantasía y reposo. Tenía cosas que hacer y realmente las había pospuesto bastante. No es que se arrepintiese, pero sabía que debía volver a sus trabajos y deberes. Pero ahora lo haría renovado, descansado y con una nueva conciencia amplificada. Se sentía satisfecho por haber tenido la osadía de desviarse de su camino acostumbrado e intentar conocer otras posibles realidades.
¿Cuántas veces en la vida nos es concedido un rato de relajamiento y expansión del espíritu? No es tan frecuente, y es por eso que hay que aprovechar todos los momentos bonitos y bellos.
Trató de orientarse y vio a lo lejos una construcción semiderruida, hacia la cual encaminó sus pasos. Cuando se encontró en ella, advirtió que era un umbral de regreso a su calle, a su poblado, a su mundo. Penetró en una de las estancias destechadas para buscar la salida del otro lado. Se fijó que en los muros descarapelados se podían apreciar dibujos, historias escritas en un lenguaje extraño. "Qué bonita puede ser una pared abandonada al tiempo, en donde la intemperie va dejando sus huellas como una pátina..."

17 comentarios:

Antonio Martín Bardán dijo...

Hola, Liz.
Esta imagen enlaza perfectamente con la primera. La luz, el color, las paredes blancas... Aunque en aquella parecía ser de noche y aquí de día. Dos cosas me llaman la atención: el cuadro de luz sobre el suelo y el umbral azul del fondo. El conjunto me parece tan surrealista, en su simplicidad, como aquella primera pintura que pusiste.
Y sobre el texto, te diré que muchas veces me he quedado mirando las paredes viejas, como intentando descifrar ese "lenguaje extraño" que escribe el tiempo.
Gracias, Liz, por tu fabuloso arte, que siempre consigue "atrapar" la mirada y comunicar eso que tan bien sabemos en los sueños, pero que luego olvidamos.

Un abrazo desde el umbral azul.

silvia zappia dijo...

Y el peregrino atravesó el umbral de luz, como si atravesara un espejo, para volver a su mundo.
Volverá? Cuál es el verdadero mundo?
Tu pintura es extraña, algo perturbadora, bella,muy bella.

"pintada,no vacía, está la casa"

Mil besos,mi querida Liz!

Gustavo Adolfo Guzman dijo...

El tiempo da un resultado exquisito a nuestra vista que se queda parada en admiracion hacia lo que yo llamo romance del tiempo...

LIRIO dijo...

Antonio:

Pues en qué cosas más interesantes has reparado.
Primeramente, te diré que este cuadro y aquél con el que inauguré este blog ('Volviendo a Casa', Marzo 2009) fueron de la misma "camada", es decir, fueron realizados en la misma época y con la misma técnica; también con una misma búsqueda mía (yo buscaba espacios arquitectónicos que me refirieran a ámbitos diversos, o regiones de la mente y del ser). Esas diferencias que marcas son importantes: noche / día; blancos fríos y cálidos. Otra diferencia estriba en que el primero es afuera y el segundo, adentro.
¿Adentro, realmente? Ese punto intermedio, esa confusión de si es fuera o es dentro, de hecho, fue algo que me atrajo mucho desde el principio para pintar este lugar.
Lo que sucede es que es una casa abandonada y ya casi sin techos, razón por la cual la luz del sol entra de lleno, lo mismo que la lluvia, el polvo o la luz de las estrellas.
Esto explica el manchón blanco de arriba.El cuadrado de luz que ves en el suelo, el cual se continía a través de la pared, es la entrada de luz de alguna ventana lateral.
En cuanto al rectángulo azul del fondo, es el vano de una antigua puerta que ya no existe.
Por ahí se observa un retazo de cielo.

A veces, estas composiciones tan simples aparentemente, son muy sugerentes y rayan en lo abstracto. Por eso me atraen.

Acerca de lo que mencionas sobre las caligrafías en las paredes antiguas, es algo que me fascinó desde niña.

Gracias.

Un beso

LIRIO dijo...

Sí, Rayuela:

"Pintada, no vacía,
pintada está la casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias"

Fue el verso del gran Miguel Hernández el que me inspiró para pintar el presente cuadro.

¿Dices que mi cuadro es inquietante? Es verdad que tiene algo de muy inusual, y por ello inesperado. Pero a mi no me parece perturbador. Yo disfruto viendo las líneas y superficies de color que crea la caída de la luz, y el juego de sombras y texturas que resulta. Estamos acostumbrados a estar en casas bien techadas, y es por eso que te parece una sensación diferente.

Buenas preguntas planteas: ¿Llegará de vuelta a su mundo el Peregrino? ¿Cuál es el verdadero "mundo"? Son realmente difíciles de responder... habría que preguntárselo a él.

Me encanta cómo comparaste la entrada a este lugar con un espejo. Escribes precioso, amiga.

Te mando un abrazo.

LIRIO dijo...

Perdón:

Hay una errata. Es:

"Pintada, no vacía
pintada está mi casa" (había escrito: la casa)

LIRIO dijo...

Gustavo:

Pues qué bien dices: "romance del tiempo" me parece una denominación acertada y muy bella para el asunto que nos ocupa.

Son intrigantes los "arabescos" que el paso del tiempo imprime a las superficies. Sucede igual con las vetas del mármol o de la madera,o las manchas de humedad o salitre en ciertas paredes.
Esto me sugirió el mirar estos muros derruídos, bañados de luces y sombras. Y las palabras de Miguel Hernández me condujjeron a la realización del cuadro.

Un saludo.

Elizabeth dijo...

Buena Amiga:
La imágen es absorbente. Jeroglífico de barro, hace germinar la tumba, sobre perfil alongado, la ventana se bifurca. Si el techo pierde su marco, la pintura se desnuda, la pared cabe en las manos, cuando los planos se anudan.
Los abismos se besan, cuando tu los vístes...
¡Un abrazo de luz!

LIRIO dijo...

Poiésis:

Tienen tus versos la facultad de conminarme a que los diga en voz alta: son sonoros, cadenciosos, rítmicos y fluidos.

Aparte, por supuesto, de ser siempre bellísimos y acertados.

Gracias por darme este placer, amiga luminosa.

Anónimo dijo...

Un blog exquisito.

LIRIO dijo...

Gracias, Angus, por tu comentario.
Bienvenido.
Y espero verte más por estos Umbrales en un futuro.

Tuareg dijo...

Es un cuadro espléndido. Es la desnudez de los recuerdos. Es la vuelta al comienzo. Tantas cosas arrambladas en nuestra vida por los años. Nuestro techo ya no existe, ese, la inocencia ¡que paradojas! nos cuidaba de estar siempre alerta,de no desconfiar del otro, nuestras paredes de azul se han ido descacarillando con las decepciones, y nuestra memoria ya sólo quiere que alguien de vez en cuando nos haga vivir momentos de futuro.
Como siempre aparece el constraste, los dos que somos, la luz y la sombra, el amor y el desamor. Quizás los años nos enseñen una cosa, de tantas alternativas, de tantas dudas , de tantos problemas que nos hemos creado, quizas siempre hemos visto la solución de todo ello en nuestros parámetros y no en lo obvio, en el camino más sencillo. Si no hace el otro esto pensamos que nos olvidó, cuando quizás sólo había que pensar que no pudo, si no llegó es que no quiso venir y lo más seguro es que una circunstancia adversa se lo impidió. Sé que el peregrino cuando volvió, cuando llegó a su Itaca lo comprendió.No podemos juzgar lo que no sabemos. El peregrino sabe que lo principal del viaje no es el llegar , es el viaje.
Un beso mujer.
Un tuareg que siempre intenta comprender.

LIRIO dijo...

Sí, tuareg

Nunca falta sabiduría en tus palabras.

Es admirable cómo nuestro cerebro asocia las escenas que mira con situaciones y fenómenos diversos: las descascarilladas paredes de una casa abandonada pueden sugerirnos pensamientos tan profundos como estos que acabas de enunciar.

Y llevas toda la razón; siempre hay que intentar comprender, comprendernos a nosotros mismos y a nuestros semejantes.

Seguiremos reflexionando sobre la vida y su discurrir, a partir de mis superficies de color y forma.

Un beso, desde este punto del Viaje a Ithaca.

cristal00k dijo...

Me gustan especialmente tus cuadros de esa época. Para mí, reflejan los matices de tu búsqueda interior. De tu lugar dentro de ti misma... Son íntimos y austeros, pero llenos de luz a un tiempo.
Pero me llevaría ese río a mi casa y lo situaría en algún sitio donde pudiera verlo todo el tiempo. Es una maravilla Liz. ¡Felicidades!
Un abrazo.

LeeTamargo dijo...

...Y Mira por dónde la claridad intensa se confunde con la blancura luminosa de la tela, aquí, en el umbral, marcando el límite, haciendo posible el contraste... SALUDO, LIZ:
LeeTamargo.-

LIRIO dijo...

Gracias, Cristalook
Es verdad eso que dices: mis Umbrales reflejan mi búsqueda interior. De hecho, siempre regreso intermitentemente a pintar este tipo de temas, como un ejercicio de vuelta a las esencias.
Pero como ves, también hay otros temas que me apasionan. También hay otros que no he presentado, pero los irás descubriendo pronto.

Es un gusto leer tus impresiones, siempre.

Un abrazo a ti también

LIRIO dijo...

Lee:

Nunca deja de ser interesante un comentario tuyo.
Muchas gracias por pasar, y me dejas pensando en esos contrastes de clarscuro.

Un saqludo trasatlántico y etéreo