lunes, 23 de julio de 2012

El Árbol y Yo

"Amate Amarillo/ Pintura al Pastel/50 x 70 cm

Este magnífico árbol crece cerca de mi casa.

Nunca dejo de admirarlo cuando paseo a su lado, pues es toda una lección de vida. Me hace caer en la cuenta de que somos parecidos, pues participamos de dos tiempos simultáneamente: tenemos, como él,  una existencia "lineal" que va desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. Por otro lado, seguimos una secuencia "circular", pues vivimos las estaciones una y otra vez, cíclicamente. Hay momentos  -como el que retraté- en que apenas empiezan a brotar nuestras hojitas; más tarde, nos llenamos de una frondosa copa que cubre todo el tronco y las ramas, cargando incluso frutos, para regresar al momento de tirar nuestras hojas y quedar prácticamente desnudos... Extendemos nuestras ramas hacia arriba, buscando el cielo y con ello la perfección, y al mismo tiempo nos aferramos a la tierra, clavando nuestras raíces en sus profundidades.
Contenemos un mundo entero en nuestros recovecos, constituido por infinidad de partículas pequeñísimas e insospechadas, pero también nos expandimos hacia afuera, cobrando espacio... y tiempo. Nos vamos vistiendo de diferentes colores en cada época del año, pero nuestra esencia sigue siendo la misma.


Me gusta pensar así, porque me hace ver que todo es relativo. Cuando me sobreviene esa especie de dolor existencial que supone la inminencia de la muerte al final de mi camino, lo contrapongo a esta otra modalidad de la vida y encuentro en ello consuelo.
Todos aprendemos de todos, y en ello radica la riqueza de existir.

9 comentarios:

Antonio Martín Bardán dijo...

Existencia lineal y existencia circular. Así es, amiga Liz.
Bello tu árbol, y hondo tu texto.
Todo es relativo, amiga, excepto una cosa: esa esencia nuestra, personal, que nos acompaña en todos los ciclos de la vida, y quizá más allá.

Un abrazo estelar, pintora de sueños.

Anónimo dijo...

Advierto en tu cuadro y las reflexiones que le dan vida la verdad del poeta. Eres poeta de la luz y la sombra de toda existencia. El árbol te veía pasar a su lado y te llamaba para decirte que él es como tú, como todo ser humano, en su recorrido desde la sombra raíz hasta el vuelo de las ramas.
Hax compuesto un poema de verdadera belleza. No en balde los paisajes se quedan en tus ojos para adquirir otra vida, perdurable al contemplarlos.
¿Qué más puedo decirte? Siempre me hago esta pregunta ante tus maravillosas creaciones.
Un beso, amada amiga.
Alejo

LIRIO dijo...

Hermosas tus palabras como siempre, Antonio de los parajes azules.
Tu presencia en este blog es, también, constante y esencial, como la savia del amate que intenté retratar.
Gracias por tu leal amistad, amigo tan cercano y tan lejano (cercano en el corazón/ lejano en el mapa).

LIRIO dijo...

Alejo:
Atesoro este comentario tuyo, pues es testimonio de tu profunda sensibilidad, así como de tu atenta personalidad. Has logrado hacer que me sienta feliz y satisfecha de mi trabajo, porque ves en ello lo que yo no alcanzaba a formular; me ayudas a comprender la razón de mi insistente búsqueda expresada en lenguaje plástico.
Gracias, Amigo tan valioso. Un beso

Unknown dijo...

Ese árbol es una belleza. En realidad todos lo son, un poco más, un poco menos.La pintura es una obra maestra, y tienes la suerte de poder verlo y sentir su esencia. Y mejor aun, poder recrearlo con tu pincel maestro.
El texto, una maravilla. No es fácil decir tantas cosas de un árbol.
Sucede que los vemos a diario y no entendemos lo importante que son en nuestras vidas de depredadores de la naturaleza.
Doblemente hermoso lo que haces. Pintar tan bien, y comprender también a la naturaleza.
Un abrazo amiga

LIRIO dijo...

Rober:

Tu comentario es un regalo para mi, al constatar que hay un amigo lejano por el Cono Sur que me entiende y comprende mis devaneos existenciales.
Gracias mil, y cuídate mucho del frío en este invierno austral, abrigándote adecuadamente (recuerdo ahora, de repente, aquél cuento tuyo referente a una bufanda, que me hizo reír mucho).

Saludos cariñosos.

silvia zappia dijo...

ser árbol, o ser pintura...qué bello.


abrazos*

LIRIO dijo...

Gracias Rayuela por tu paso

Aprovecho para mandarte un gran abrazo de felicitación por el desempeño de tu compatriota Del Potro ante Federer hace un rato en la Olimpiada. ¡Increíble!
Suerte, amiga

Javier Fabris dijo...

Qué hermosa pintura del árbol y qué poético describes su forma, su vida y el paralelismo que encuentras en nuestro hermano el árbol. Eres una artista plástica, porque pintas y una artista filosófica porque sabes encontrar la esencia de las cosas con bellas, muy bellas palabras.
Un abrazo cariñoso.
Johari