Hago un paréntesis en mi presentación de ángeles barrocos, para presentar a otro tipo de "ángeles": mis antiguos compañeros de la escuela.
Quiero compartir con ustedes la enorme alegría que me invade tras un Encuentro que acabo de tener con ellos, tras 40 años de haber egresado de la preparatoria. Realmente, ¡viví uno de los días más felices de mi vida!
Fue algo tan grandioso e inolvidable, que hasta me sentí inspirada para escribir un soneto
.
Publico aquí un fragmento, con dedicatoria a mis amigos de la juventud, pero haciéndolo extensivo a ustedes, mis amigos escritores virtuales. Porque este tipo de emoción es universal, para todo aquél que guarde buen recuerdo de su colegio:
Recorrimos juntos diez y mil caminos,
reímos, lloramos, jugamos, crecimos.
Mundos muy diversos fuimos conociendo,
cada quien su vida, su fé, su llamado...
Mas llegado el día de nuestro reencuentro,
bailan corazones, palpitan recuerdos
de hermosas vivencias: cuadernos, tinteros,
balones, guitarras, pupitres y escuadras,
jalones de orejas y satisfacciones.
Galileo y von Humboldt, Sor Juana y Platón,
Zapata, da Vinci, Martín Luis Guzmán;
álgebra y poesía desplegaron alas
ante nuestros ojos, que aprender buscaban.
Volver a sentir memoria de los primeros amores,
encontrar inamovibles las amistades de siempre,
con esa confianza ciega que se dio al crecer unidos,
compartiendo travesuras y el terror ante un examen.
Reconocimientos miles a todos nuestros maestros
y cariño renovado por encontrarnos reunidos,
saludables y contentos, tras toda esa ristra de años.
¡Dios los bendiga, hermanitos!
Ana, Sandy y tú, Fernando,
Inita, Brigitte, Trixi,
Yogi, Marcela, Albi, Thomas,
Frank, Guillermo, Pita, Chuy,
por supuesto los dos Toños,
Bobbie, Christoph, 'Gú y Sabine,
Alex, Estela, Ingrid, Nina,
Gaby, Gerda, Aurora y Leca...
También Michael, Juan y Goofy,
Veronika, Uli, Eric,
Jürgen, Alexis y Arthur
y los demás que nos faltan...
Allá vamos, camaradas, ¡espérennos con paciencia!
Ya llegaremos a tiempo a habitar un mundo nuevo,
todos juntos y en conciencia, sin ataduras ni pesos.
Pero aquí, entretanto, amigos
que se quieren de verdad
y no olvidan sus raíces:
honor y fraternidad
2 comentarios:
Lirio tu juventud y dinamismo son avasallantes. Eres capullo de un angel. Si han pasado cuarenta, no lo parece, pues ninguna de las edades de tu alma coincide con la de tu piel. TQM.
Eli, precioso y preciado ser:
Gracias por tu empatía. ¡No te imaginas lo FELIZ que me puso este evento! Fue como cargar las baterías emocionales para mucho, muuucho tiempo, sabiendo que hay TANTOS buenos amigos que me quieren y a quienes quiero, a pesar del tiempo transcurrido.
Besos atemporales
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