jueves, 25 de febrero de 2010

El Beso

Fragmento de "El Beso", de Gustav Klimt/ Interpretación mía de esta obra/ Temple y aplicación de hoja de oro y de plata sobre creta/30 x 30 cm

"Cosas de Afrodita, sin duda", pensé.
Porque después de haber recordado ese sueño, también pude recordar que la Vida nos da regalos, regalos insospechados, inesperados, inexplicables...
Un beso es todo eso, y más.
Ahhh, el Amor y sus enigmas, sus vericuetos; el Amor deslumbrante y vivificante...

Pero mejor, le dejo la palabra al inolvidable Miguel Hernández:


"Boca que arrastra mi boca,
boca que me has arrastrado,
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.

Alba que das a mis días
un resplandor rojo y blanco,
boca poblada de bocas,
pájaro
lleno de pájaros.

Canción que envuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo,
muerte reducida a besos,
hacedeme morir besando...

¡Das a la grama sangrante
dos tremendos aletazos!
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.

Beso que rueda en la sombra,
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros...

Beso que da un porvenir
a muchachas y muchachos
que no dejarán desiertas
ni las calles
ni lo campos.

¡Cuánta boca ya enterrada
sin boca desenterramos!
Bebo en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino de los amorosos brazos...

Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distante y amargos.


Beso que desenterraste el amanecer más claro,
en tu boca tres palabras,
tres fuegos has heredado:
Vida, Muerte, Amor, ahí quedan
escritos sobre tus labios."





martes, 16 de febrero de 2010

...y del Amor

"Afrodita"/ Pastel sobre Cartulina Minagris/ 1m x 75 cm


Mucho se habla del amor estos días, lo cual me llevó a recordar este cuadro que pinté hace un par de años.

Tiene algo en común con aquélla mujer que estaba contemplando las montañas ante un río, que algun@s de ustedes recordarán, pues la publiqué aqui mismo meses atrás.
Y lo que comparte con aquél otro cuadro, "Reflejos", es que también esta imagen procede de un sueño.

Sí: de toda mi producción, estas dos son las únicas pinturas que brotaron de un sueño, de un sueño vívido y claro.

Iba yo con mi ex-marido, Juan, a una Academia de Bellas Artes, pues íbamos a tomar una clase. Llevábamos materiales bajo el brazo. Al llegar allá, nos dividíamos, pues él se iba a otro salón, mientras yo me dirigía a una clase de escultura.
Hacía yo un altorrelieve en barro, en forma circular, pero que representaba a una mujer indígena sentada en el suelo, rodeada de ollas y comales de cerámica. Me quedaba bastante, bastante bien. Así que, satisfecha de mi desempeño, me levanto y recojo mis bártulos de trabajo, y al disponerme a salir de esa estancia, me volteo y VEO ESTA ESCENA. Me quedo totalmente pasmada observándola, y me doy cuenta de que es la Diosa del Amor, ¡totalmente allí presente! Recuerdo muy bien que estaba sobre un pedestal, y lo primero que yo veía eran sus pies, bellísimos como de alabastro, y de ahí iba subiendo mi mirada hasta que la miraba completa... Al principio, creía que era una escultura magnífica, pero conforme le fui viendo mejor me daba cuenta de que era de carne y hueso, respiraba y sus cabellos y el pajarito se movían ligeramente.
Fue impactante.

(En el sueño, llevaba tras la espalda una especie de gran disco de oro , lleno de inscripciones organizadas en círculos concéntricos, de una escritura que yo desconocía. En esta versión no pinté el disco: eso fue en otro cuadro posterior, cuando aprendí la técnica de aplicar hoja de oro).

Salía yo, aún aturdida por esta aparición, y me encontraba con Juan en los pasillos de la Academia esa, que eran hermosos, amplios y antiguos, con balaustradas de mármol al lado para que se sentaran a departir los estudiantes de esa Escuela, que eran muchos.
Entonces nos contábamos mutuamente lo que habíamos hecho cada uno en su respectiva clase...


Supe desde el principio que era un proyecto que debía pintar, alguna vez.
Me tardé años, como 5 o 6, en realizarlo. Hasta que se dieron todas las condiciones.
Pero aquí está, y lo quiero, hoy, compartir con ustedes.

Para recordar que el amor sensual es una de las cosas más bellas y deliciosas de esta vida. Creo que eso era lo que me quería decir el pérsonaje de mi sueño. ¿Qué creen ustedes?

miércoles, 10 de febrero de 2010

El Regocijo de la Amistad...

"Corro de Ángeles"/ Óleo sobre madera/ 40 x 30 cm




Se acerca el 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad.
Todos sabemos que esta celebración tiene mucho de comercial, que es aprovechada por vendedores y merolicos para publicitar productos cursis y convencionales que invaden todos los escaparates y tiendas.

Es verdad, tiene este lado que resulta realmente molesto e invasivo, que nos aturde desde el radio y la televisión, incluso desde las pantallas de nuestras computadoras...

Pero también tiene otro lado: es una ocasión en que se nos presenta la oportunidad de meditar sobre el tesoro que es la amistad.
Tenemos afortunadamente amigos de todo tipo, unos cercanos y otros que viven lejos. Hay algunos que caen dentro de la categoría de "conocidos", con quienes nos llevamos bien y nos alegra encontrarnos.

Algunos otros, muy pocos, tienen con nosotros nexos más estrechos, pues existe entre ellos y nosotros una comunión mayor, una capacidad de comprensión y empatía extraordinaria. Nos unen a ellos intereses comunes, el gusto por las mismas lecturas o melodías, la vivencia compartida de momentos sublimes que no se pueden expresar realmente con palabras. Al menos, yo no puedo decirlo más que con imágenes:

Vaya para ustedes, amigos queridos, este reconocimiento por los buenos ratos que hemos pasado juntos, por la alegría de vivir que nos inunda, por el cariño que palpita y florece. Imaginemos que entre tod@s formamos un corro y volamos cantando y riendo en el cielo como estas hadas (¿o son ángeles?), celebrando la Amistad que hemos tenido la fortuna de paladear en esta vida.

¿Y el Amor?

El amor, para mi, es una de las formas que toma la amistad, y se presenta con menor frecuencia a lo largo de la existencia. El amor romántico, quiero decir. Ahhhh, ese es más raro, y está muchas veces acompañado de dolores y heridas (las espinas de la rosa). Pero de todas formas, es uno de los más maravillosos tesoros que podemos encontrar.
A ese amor, el sentimiento que nos sacude desde el fondo de las entrañas y transtorna nuestra existencia, le dedico también mi gratitud más grande.
Como diría José José:

"Pido un aplauso para el amor que a mí ha llegado,
¡Mil gracias por tanto y tanto amor!"



"Una Luz en el Jardín"/ Óleo sobre Tela/ 40 x 60 cm



Bien dicen que "el amor es una cosa esplendorosa", pues cuando llega a nosotros irrumpe inesperadamente y transforma toda nuestra percepción, toda nuestra visión de las cosas. ¿Es una locura? ¡Bendita locura!

Les deseo mucha amistad y mucho amor no sólo estos días, sino siempre.






Ya lo dijeron los Beatles:
Siempre, siempre llegaremos más lejos con una pequeña ayuda de nuestros Amigos.